Datos personales

jueves, 22 de octubre de 2015

El vampiro: Charles Baudelaire

Tú que, como una cuchillada;
entraste en mi dolorido corazón.
Tú que, como una manada
de demonios, enloquecida y adornada, viniste,
para hacer de mi espíritu humillado
tu lecho y tu dominio.

¡Infame!, a quien estoy ligado
como el forzado a su cadena,
como al juego el jugador empedernido,
como el borracho a la botella,
como a la carroña los gusanos. 

-¡Maldita, maldita seas tú!
Supliqué a la rápida espada
que conquistara mi libertad
y he dicho al pérfido veneno
que socorra mi cobardía. 

¡Ay! el veneno y la espada.
me desdeñaron diciéndome:.
-No eres digno de que se te libere
de tu maldita esclavitud. 

-¡Imbécil! -Si de su dominio
te libraron nuestros esfuerzos,
tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario